Friday, August 21, 2015

Neofeudalismo en el Siglo XXI



Últimamente hemos tenido mucha leña por quemar en cuanto al estado de la democracia en el Estado Plurinacional de Bolivia. Primero, los habitantes del Beni  quedamos casi como espectadores en un proceso que culminó con un gobernador oficialista y con un solo partido “legal” en algunos municipios, el MAS. Esto ocurrió después de que el Tribunal Supremo Electoral anulase la mitad de la papeleta electoral (impidiendo la participación de la principal oposición al MAS, cuando este último iba perdiendo en las encuestas) a pocos días de las elecciones subnacionales de marzo, 2015. Segundo, en las últimas semanas hemos tenido una seguidilla de renuncias y destituciones de periodistas renombrados alegando presiones del gobierno central. Luego,  el Vicepresidente tildó de mentirosas a ONGs específicas acusándolas de que estarían operando a favor de empresas transnacionales. Junto  con una amenaza anterior de expulsar a  cualquier ONG o fundación que “obstruye” la explotación de recursos petroleros en las áreas protegidas causó mucha preocupación.  Finalmente hemos observado nuevamente la represión violenta contra indígenas de tierras bajas tratando de defender sus derechos ante la explotación petrolera. Ha quedado la sensación de que nuestra democracia podría estar en el estado más frágil desde que se superó a  las dictaduras, hace 33 años.

Los temas anteriores han sido ampliamente criticados tanto a nivel nacional como internacional.   Sin embargo veo poco análisis de las motivaciones o la lógica del Gobierno y del MAS en su proceder ante estos problemas: ¿Por qué buscar ganar las elecciones en el Beni a costa de perder prestigio y confianza a nivel nacional sobre el sistema electoral? ¿Qué valor le da el Gobierno a que se respete la pluralidad en el Estado Plurinacional? ¿Qué valor pone el MAS en preservar la delicada democracia que costó tanto restablecer?  Y, ¿qué nos muestran estos casos sobre el verdadero sistema político que funciona en el país? Me parece un buen momento para reflexionar sobre el estado de la democracia y el rol de la corrupción en Bolivia.

Vayamos primero al tema del Beni y las elecciones.  Aquí vale recalcar que este departamento es el único donde no se ha votado mayoritariamente para Evo Morales en ninguna de sus tres elecciones presidenciales.  Hasta el 2015, los candidatos del MAS tampoco habían ganado en las elecciones para gobernador.  Sin embargo, aun sin el Beni, el MAS ha ganado las elecciones nacionales tres veces, y con suficiente margen como para dominar el Congreso. ¿Por qué sería tan importante ganar también en el Beni? 

El deseo  del MAS de contar con un control total no sólo afectó al Beni.  También fueron notorias las reiteradas declaraciones públicas del Presidente Morales y del Vicepresidente García Linera instruyendo que no se vote por candidatos de la oposición en las elecciones regionales y municipales. Aseguraron  que el Gobierno nacional, recientemente elegido por otros 5 años, no trabajaría con los municipios y gobernaciones en manos de la oposición[1] . Estas declaraciones, que considero una forma de coerción, parecen tener el objetivo de que el MAS controle el poder directamente en todo el territorio a todos los niveles.  Y al parecer quiere además hacerlo de manera indefinida, como se evidencia en las declaradas intenciones del MAS de considerar modificar la Constitución para permitir la reelección indefinida de Morales. Existen declaraciones públicas de organizaciones afines de que el cargo de presidente debería ser  vitalicio[2].

Tuve la suerte, como un mochilero de 22 años, de atravesar el continente de África de norte a sur con mi hermana, hace 32 años.  Aunque me había criado en las dictaduras de Bolivia entre 1964 y 1982, este viaje me hizo notar por primera vez las diferentes formas que puede tomar la corrupción.  Veo, con mucha preocupación, indicios de todas ellas en estos deseos de permanecer en el poder y en el sistema mismo de gobernanza actual en Bolivia.  Al viajar vimos ejemplos de la corrupción simple y clara, por ejemplo, de los comerciantes que engañan, o de gente con mucho dinero que con coimas hace lo que quiere y está por encima de la ley. Me refiero a esta corrupción como tipo 1, y en muchos países infelizmente la corrupción tipo 1 es aceptada e inclusive esperada.

Comenzando en Nigeria nos dimos cuenta de formas de corrupción más sutiles. Por ejemplo, siendo este un país petrolero, oficialmente tenía un presupuesto estatal enorme del cual, en papel, se dedicaba más del 50% a la educación.  Sin embargo, cuando uno visitaba las escuelas rurales estaban sin profesores y en pésimo estado, y los establecimientos urbanos eran poco mejores.  En esta forma de corrupción las autoridades asignaban grandes recursos para contrarrestar grandes problemas, sabiendo que esos recursos serían robados de una forma u otra antes de llegar a destino.  En otras palabras los problemas de pobreza y hambre no se consideran tragedias, sino oportunidades de enriquecimiento ilícito.  Podemos llamar esto, corrupción tipo 2.

Comparada con la corrupción tipo 1,  el tipo 2 parece ser mucho peor.  En el tipo 1, por ejemplo, el comerciante no hace otra cosa que acumular riquezas, lo cual es su razón de ser.  En contraste, en la corrupción tipo 2 una autoridad de educación o de salud, quien ha jurado aceptar la responsabilidad por un sector, y recibe un sueldo para hacerlo, se roba (o permite que se robe) el dinero asignado a su sector y frecuentemente causa problemas para aquellos que exigen que se rinda cuentas, pues tiene poder.  De esta forma de corrupción, todos conocemos ejemplos, el policía que roba, el juez que se vende, el militar que en vez de proteger al débil, se aprovecha. En la ausencia de un estado de derecho, la corrupción tipo 1 y 2 eventualmente se apoderan de una sociedad y destruyen cualquier esperanza.

Luego, en el viaje, nos dimos cuenta de una tercera forma de corrupción (tipo 3), que se puede describir como la obsesión por mantenerse en el poder.  En este viaje visitamos 18 países que se habían liberado de su país europeo colonizador hacía un promedio de 20 años (sin contar Sud África, que todavía estaba bajo el sistema de Apartheid). Es decir, que la mayoría de los países se habían liberado al comienzo de la década de los 60.  De esos 18  países, solo en 2 (Senegal y Camerún) los presidentes iniciales habían entregado el poder en forma voluntaria.  En los otros 16, los gobernantes insistían en permanecer en el poder indefinidamente y, sin excepción, a estos países les iba mal.  En el caso de Zimbabwe, quien era presidente en 1983 cuando visitamos, Robert Mugabe, SIGUE COMO PRESIDENTE HOY 32 años más tarde (36 en total).  Les ha ido tan mal en Zimbabwe, que de ser un país exportador de alimentos y productos industriales, en tres décadas ha derrumbado su economía, tiene que importar alimentos básicos y hace poco quitó 9 ceros de su moneda oficial a causa de la inflación endémica.  Sin embargo no hace mucho volvieron a elegir a Mugabe porque supuestamente era “el único que podía defender la revolución” y porque “sin él, volverían los blancos al poder.

Hay algunos que defienden perpetuarse en poder como necesario para “proteger la revolución”, o “defender el proceso de cambio”.  Muchos pensarían que esto no es una forma de corrupción “son honestos, no roban, son los únicos que pueden protegernos contra el imperio”.  Es cierto que algunas personas podrían priorizar el permanecer en el poder por encima del interés en enriquecerse.  Pero considero que este tipo de corrupción es la peor de todas, porque conlleva, fomenta y asegura las otras formas de corrupción.  Existe un dicho que es atribuido a un señor inglés por el año 1850: “El poder tiende a corromper y el poder absoluto tiende a corromper absolutamente”.

Una característica de esta corrupción tipo 3, es la aversión a la pluralidad y la consecuente tendencia a tratar de silenciar las voces que discrepan.  En el caso del MAS las voces que discrepan internamente se denominan “librepensantes” y se los elimina de una forma u otra, y sin disimulo.  Fuera del partido, si hay una voz en desacuerdo, entonces el MAS la desestima como “de la derecha”, o “del imperio”.  Por ejemplo, hace pocas semanas, el ministro Juan Ramón Quintana, desestimó las protestas encabezadas por los cívicos potosinos porque serían una "arremetida de la derecha norteamericana".    Las cuatro ONGs que mencionó el vicepresidente han estado criticando la propuesta del Gobierno de abrir las áreas protegidas a exploración petrolera con empresas extranjeras, sin embargo son las ONG que él intenta descalificar como de derecha. El Vicepresidente recibió una llamada de atención de un grupo internacional de intelectuales con respecto a su crítica de estas ONGs bolivianas.  Su respuesta ha sido sugerir que estos intelectuales habrían sido “usados por las ONGs” y por extensión que estos intelectuales, en general de la izquierda, también se estarían prestando al “imperio”.

Si hay una opinión contraria se la descalifica, habría una sola versión de la verdad, una sola opinión aceptable.   Algunos dirán “esto es normal”, “así es la política”, “en todas partes se pisotea el pluralismo”. También se puede pisotear la pluralidad en el Estado Plurinacional.  

Sin embargo yo no puedo dejar de pensar en Alemania.  Es fundamental recordar que los NAZIs llegaron al poder inicialmente por la puerta grande democrática en 1932. A los NAZIs (la palabra NAZI, es la forma corta del Partido Nacionalista y Socialista de los obreros Alemanes) se los conoce por sus intentos de invadir países vecinos y por el holocausto.  Sin embargo mucha gente desconoce que durante varios años, antes de la primera invasión a Checoslovaquia,  los NAZIs se preocuparon primero de eliminar a las personas que discrepaban dentro del partido y, luego, a los partidos opositores dentro de Alemania. Tengo un libro sobre Klaus Barbie, el oficial de la Gestapo que se hizo famoso persiguiendo y eliminando a la resistencia francesa, y que luego se cobijó en Bolivia y eventualmente fue asesor de tortura en nuestras dictaduras.  Una buena parte de ese libro cuenta su rol en la persecución y eliminación de opositores políticos del Nazismo primero, antes de ir tras los judíos, los gays, gitanos y Testigos de Jehová.  A pesar de haber entrado por la vía democrática está claro que los Nazis no creían en la democracia y se ocuparon de callar las voces de oposición, sus propios librepensantes, antes de embarcarse en invasiones y genocidio más allá de sus fronteras.

Con esos antecedentes históricos, me preocupaban los informes sobre Venezuela acerca de una estrategia del gobierno de Chávez de ir sistemáticamente inhabilitando y descalificando a sus opositores antes de las diferentes elecciones.  Y cuando se ven los mismos métodos y estrategias en Bolivia, es motivo para alarmarse.  Nuevamente, surgen las preguntas, ¿por qué?  Con mi pequeña muestra de países africanos, queda claro que para la naturaleza humana es muy común buscar estar en el poder, ampliar luego y querer mantener ese poder, no importa si uno es africano, cubano, ruso, alemán o boliviano.  Y es por eso que dos aspectos fundamentales de las constituciones políticas de estado de diferentes países, son el asegurar que exista un límite a los períodos de ejercicio de gobierno para las autoridades supremas y el mantenimiento del principio de la independencia de poderes.

Es preocupante que la eliminación del pluralismo y el control total del poder se consideren necesarios para el sistema de gobernanza que rige en el país. La evidencia sugiere que lejos de un socialismo del siglo XXI tenemos más bien un sistema político muy primitivo que se asemeja al feudalismo medieval. 

A grandes rasgos el feudalismo era un sistema piramidal de control geográfico donde un rey tenía debajo de él un número de señores (sus feudos), y estos a la vez tenían bajo su poder a muchas personas, sus vasallos.  El rey prometía proteger a los señores a cambio de una lealtad absoluta, y los señores prometían proteger a sus vasallos a cambio de una lealtad absoluta.  En este sistema, una región donde el rey no tenía un señor leal, en efecto, no formaba parte del reinado, y el rey tampoco protegía a ese señor desleal, y más bien le castigaba y fustigaba hasta someterlo también dentro de su reinado.

A continuación una  definición simple de este sistema de acuerdo a Wikipedia:
“Vasallaje es la denominación de la relación que existía entre un vasallo, esto es, un plebeyo o un noble de categoría inferior, y un noble de categoría superior, su señor feudal. El vasallo juraba fidelidad a su señor y se comprometía a prestarle determinadas obligaciones, principalmente de apoyo político y militar (auxilium et consilium), recibiendo como contraprestación un beneficio, habitualmente el control y jurisdicción sobre la tierra y la población de su feudo o señorío y señor. … Ambas partes se comprometían a guardarse lealtad y no traicionar el vínculo que se establecía entre ellos. Las obligaciones contractuales de la relación vasallática quedaban sin efecto para una parte si la otra incumplía gravemente las suyas (felonía).”

En el caso de Bolivia reconozco 3 tipos de “señores neofeudales”.  Por un lado están los gobernadores, que no parecen tener tanto poder, pero sin embargo sirven de intermediario para una relación feudal con las masas.  Los alcaldes “leales”, especialmente de las ciudades grandes pueden funcionar como señores.  El otro tipo de “señor” son los dirigentes máximos de las organizaciones de base.  Sin disimulo, en el último mes, tres de las más importantes organizaciones de base alineadas con el MAS, la CSUTCB , las “Bartolinas” y los Cocaleros ya han anunciado su deseo de que se cambie la Constitución para que Evo siga en el poder.  Yo me imagino que las bases son, en promedio, gente de relativamente bajos recursos y que tienen muchas necesidades.  Sin embargo, apenas está elegido el presidente y cuando se reúnen, la primera prioridad es de reiterar su lealtad y exigir que quede en el poder para mucho tiempo más.  No es casualidad, es el sistema político.

En el caso del Beni, el gobernador nunca ha sido del MAS, y las organizaciones de base mencionadas no pisan fuerte.  Es más, una de las organizaciones de base, que no es numerosa, pero que ha desafiado “al rey” es la que representa a los habitantes del TIPNIS y otras organizaciones de indígenas de tierras bajas.  Desde la óptica de un sistema feudal, o neofeudal, el gobierno nacional no controlaba el departamento del Beni porque no había señores con sus vasallos leales a él, y esto no sería aceptable.

Dentro de esta lógica neofeudal se entiende entonces que grupos de la Unión Juvenil Cruceñista, organización de origen racista y regionalista, hayan jurado lealtad al presidente y por tanto hayan sido incluidos en el sistema de gobernanza controlado por el MAS.  En contraste los indígenas del TIPNIS, el Comité Cívico de Potosí y ahora los indígenas Guaraníes no merecen la protección del Estado porque habrían desafiado al rey, o sea han sido desleales. 

En realidad, las pautas para entender este sistema, primero me fueron dadas por el Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana.  Cuando de enero a marzo del 2014 todo el departamento del Beni estuvo inundado a causa de las lluvias como nunca se habían visto, el Gobierno se rehusó a declarar un desastre en el Beni, impidiendo de esa manera la llegada de la ayuda internacional.  El día 16 de febrero dicho ministro declaró para explicar esta posición:
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó ayer que el Estado tiene la suficiente capacidad operativa para  atender las emergencias que se registran en el departamento de Beni, por lo que considera que una declaratoria de desastre convertirá a los benianos en "súbditos” de la cooperación internacional.  "Debemos responder los problemas con dignidad, con soberanía, con capacidad institucional del Estado; si no lo hacemos ahora, vamos a seguir siendo dependientes de la cooperación internacional y estas instancias van a sustituir  la autoridad del Estado y nuestros ciudadanos se van a convertir en súbditos de la cooperación internacional, y esto va a lastimar las condiciones de orgullo y autoestima de los bolivianos” (El DEBER, 17 de Febrero de 2014, 07:14)




En su lógica, al recibir ayuda “de la cooperación” ya deberíamos lealtad a ellos, y nos volveríamos súbditos de ellos y no del gobierno de Bolivia.  O sea para él era preferible que la gente se vaya ahogando, antes que perder su orgullo y autoestima frente a la cooperación.  Y para mí, usando su propia lógica, la falta de apoyo adecuado y oportuno del Gobierno central para atender el desastre que se presentaba, se debía a que el Beni estaba siendo castigado por no haber apoyado al MAS, y peor aún por haber causado daño a su orgullo e imagen internacional con las protestas públicas en el caso TIPNIS, y con la difusión de imágenes de la represión violenta del Gobierno del MAS contra los indígenas, que dieron vuelta al mundo. 

Con este filtro de análisis, los escándalos del FONDIOC (Fondo de Desarrollo Indígena y Originario)[3]  toman un nuevo tinte y pueden ser mejor entendidos como parte de la lógica del nuevo feudalismo.  No era que los dirigentes se robaban dinero y el gobierno no les fiscalizaba, sino que en efecto el FONDIOC funcionaba como un fondo de bastante libre disponibilidad en los años previos a las elecciones, que permitía asegurar la lealtad de los dirigentes, y para que ellos a su vez también puedan disponer libremente de fondos para garantizar la lealtad de las bases.  Mientras que el sistema de impuestos internos fiscaliza cada número de orden de cada factura en las ONG, en el congreso se han bloqueado los intentos de hacer una auditoría al FONDIOC[4]  

Como ejemplo están los casos de la Sub Central Indígena del  TIPNIS (en la Amazonía) y de la CONAMAQ (Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qillasuyo, la más grande y antigua organización étnica andina de Bolivia)  Ellos no sacrificaron sus propias agendas por alinearse con el MAS y estos fondos sirvieron para promover la creación de cúpulas paralelas,  solventar a sus nuevos dirigentes, quienes leales al Gobierno, lograron consolidar la división o “reorganización” de estas organizaciones de base “desleales”[5].

Ahora algunos podrán decir que un sistema feudal característico de la Europa medieval no tiene nada que ver con Bolivia y la zona andina.  Para ellos, incluyo esta descripción simple, nuevamente de Wikipedia, del sistema de colonización de los Incas denominado “mitimaes”.

“La función política y estratégica más común de estos desplazamientos fue la necesidad del imperio incaico de dividir a las poblaciones que suponían una amenaza a las élites quechuas incaicas, de esa manera estas erradicaciones servían para debilitar el peso de una población nativa en sus ancestrales territorios para la resistencia contra los incas y otra era que el inca confirmaba que los pueblos conquistados hicieran los trabajos forzados (los quechuas imponían trabajos forzados llamados mita a las poblaciones originarias sometidas "de grado", es decir a las etnias y poblaciones originarias que a las cuales los incas-quechuas les daban a "elegir" entre la guerra total para quedar sometidas al Tahuantinsuyo o transformarse en pueblos sometidos "pacíficamente" en el cual los jefes de y caciques con sus familias eran transformados en curacas del inca), si lo eran a la fuerza, en los hechos las poblaciones originarias eran esclavizadas por la casta quechua de los incas con el eufemismo de yanaconazgo para servir a la casta quechua llamada "inca".”

En otras palabras, el sistema de mitimaes lejos de ser una democracia, era un sistema piramidal de control territorial en un imperio feudal.

Hay otras palabras más “modernas” para describir las relaciones de servidumbre que menciono.  Por ejemplo el patronazgo, relaciones patrón – cliente, clientelismo y prebendalismo.  Seguramente habrá quienes dicen que “esto es normal, es parte de la política, es parte de ser político.” E infelizmente tendrían razón hasta cierto punto.  Por ejemplo en los EEUU es casi imposible ser elegido a nivel nacional si no tienes patrocinadores acaudalados, y si eres elegido se supone que les debes “algo”.  Pero si aceptas esto como normal también tienes que reconocer la susceptibilidad de este sistema a todo tipo de corrupción, y por lo mismo defender la importancia de limitar el tiempo que una persona o un grupo está en el poder.  Y de esto se deriva la importancia de proteger el pluralismo, y el derecho (convirtiéndose casi en  una obligación) de discrepar.

Finalmente conociendo los datos demográficos del país, es obvio que a corto y mediano plazo, sería lógico y probable, que el (o la) presidente(a) en el futuro sea una persona de ascendencia indígena alto andina.  Pero si uno observa al MAS, a pesar de su discurso indigenista, no queda claro cuáles serían las personas indígenas que el partido estaría fortaleciendo y capacitando para tomar las riendas en el futuro.  ¿Será que Evo Morales es la única persona de ascendencia Aymara o Quechua que es capaz de liderar en todo el país?  

Por el trabajo de mis padres me crié entre gente Aymara, primero en Ancoraimes, por el lago Titicaca, luego unos años en la Calle Graneros (también conocida como Mercado Negro de La Paz) y luego entre colonos en Caranavi.  Conocí personalmente al primer médico Aymara y a la primera mujer de pollera en estudiar y egresar de la UMSA, ya hace décadas.  Me consta que hay mucha gente capaz y preparada para tomar cada vez más responsabilidad y hasta para ser presidente o presidenta.

Pero la configuración actual del círculo de poder en el Gobierno sugiere que Evo Morales es el único indígena capaz de ser presidente, y por extensión el  único capaz de ser Rey. 

Evo Morales en ceremonia en Tiwanaku declarándolo como líder espiritual de los Aymara fuente: diariolavoz.net.

Evo Morales en ceremonia en Tiwanaku declarándolo como líder espiritual de los Aymara fuente: diariolavoz.net.


[1] http://www.paginasiete.bo/sociedad/2015/3/3/evo-como-trabajar-gente-derecha-48948.html
[2] http://www.laprensa.com.bo/diario/actualidad/pol%C3%ADtica/20150803/los-sectores-del-oficialismo-piden-reeleccion_69259_116792.html
[3] http://www.enlacesbolivia.com/sp/noticias_proc.asp?Seleccion=6128
[4] http://www.enlacesbolivia.com/sp/noticias_proc.asp?Seleccion=6128
[5] ttp://www.erbol.com.bo/noticia/indigenas/27032015/denuncian_que_usaron_el_fondioc_para_dividir_la_cidob